A golpe de recuerdos
A golpe de recuerdos y trazos de mi pluma voy escribiendo pensamientos, ilusiones, opiniones y mi sentido de ver la vida. Testimonios reales, crudos y desgarradores, quizás la descripción de la trágica realidad que vivimos en estos comienzos del siglo XXI.
¿Cual es el secreto de la felicidad?
Escribo
por el placer que me produce escribir. Hay quienes dicen que entre otros
beneficios que nos reporta la escritura, unos exponen que se libera el estrés,
otros opinan que se gana conciencia de nuestra realidad, se aprende más, se es
más feliz. Yo me quedo con esta última valoración, porque si duda eso es lo que
nos reporta felicidad hacer aquello que queremos. No, la felicidad no está en
el éxito. También creo en contra de algunas opiniones que la felicidad no
siempre conduce al éxito, este es tan etéreo tan intangible y tan personal que
cada cual tiene el suyo.
Cierto
es que una sociedad consumista el éxito solo se mide en términos que solo
valoran lo obtenido desde un punto de vista de los beneficios económicos que se
hayan obtenido.
Por
ello dejando atrás la medida del éxito, y solo atendiendo al concepto de
felicidad, ser feliz significa autorrealizarse, según Aristóteles todos los
hombres persiguen la felicidad y cada cual posee el secreto de su propia
felicidad.
Llegado
a este punto, siento que ya no tengo nada que decir, nada que contar, aquí
sentado frente a este folio en blanco, en lo introspectivo mi soledad, me
siento tan solo, me veo tan gris, que no puedo olvidarme que tengo ante mí la
puerta cerrada de mi talento que se burla así de mí, preguntándome si ser
ignorante nos hace más felices o es el conocimiento el que tiene un punto
perverso que nos malogra y nos sume en la desgracia. Sin embargo, muchos
filósofos identifican la felicidad con sabiduría, y a lo peor tienen razón
quienes opinan que son felices quienes no piensan nunca. Toda una controversia
de opiniones que nos acercan o alejan del concepto de felicidad según la
valoración personal de cada cual.
Duda
Hoy me
encuentro entre la contradicción de escribir creyéndome que lo hago bien y el
enfrentamiento a mi realidad que me revela que detrás de mis mentiras están las
más absolutas de mis verdades.
En mi
inquietud vuelven a mí fantasmas que creía haber superado, pero que claramente
no he vencido, solo había aparcado creyéndome que tenía cosas más importantes
en que pensar, ahora me aterra reconocer que he despertado de alguna manera
desconocida a temores que quizás solo confirman que la magia solo dura mientras
persiste el deseo.
Hoy me
doy cuenta, estoy condenado a ver lo peor de mí mismo, mi tristeza y mi furia.
Sé que es difícil crear un infierno más dramático que el que me empeño vivir
cada día pero de alguna manera no he tenido más remedio que aprender a vivir
conmigo siendo como soy. Sé que todo está dentro de mí, quizás es mi forma de
ser feliz. Dudando hasta de mí.
El
amor
- El
amor no se mide por todo lo que seamos capaz de sacrificar el uno por el otro,
sino por todo aquello que seamos capaz de disfrutar juntos.
-
Cuando tú estás en una relación, y el otro no es capaz de evitarte una migaja
de sufrimiento es porque todo se ha acabado.
- Una
esperanza, una ilusión, el amor es una espiral de sueños.
- El
amor es un sueño, la persona con la que compartimos nuestro amor es porque en
ese momento también soñaba con el amor, por eso cuando alguno de los se
despierta el amor se desvanece. ¡No quiero despertar ni que te despiertes!
Sueña, sueña mientras ama, ama mientras sueñas.
El día
de los difuntos
La luz de la vela, el jarrón con flores, las fotos de quienes ya han ido. Hoy es el día de los difuntos. No es hoy, es siempre cuando están en nuestro recuerdo. Hoy su ausencia es más dolorosa porque ya nos los vemos nos queda el consuelo de saber que están ahí. Nuestros pensamientos, nuestras oraciones, en el día de hoy nos dan la esperanza e ilusión de que en nuestros recuerdos viven para siempre.
- Los
muertos no se fueron. Solo ocurre que no los vemos, pero están ahí.
Escribo
Escribo por el placer que me produce escribir, y solo tengo la pretensión, que alguien me lea. (Supongo que todo el que escribe sueña con ser leído). Cuando un relato sale de mi pluma e inmediatamente lo cuelgo aquí en Facebook o decido que ese podría enviarlo a algún concurso, o para su publicación en La Opinión de Cabra, no pienso más allá de la posibilidad de que para algún lector le haya servido de entretenimiento, en ese momento donde no tenía otra cosa más gratificante que la lectura.
He
despertado de madruga
He
despertado de madruga, las cuatro serían, sentí que se me escapaba la vida, la
parca tras de mi corría, salté de mi cama, me dirigí a mi despacho mientras un
libro cogía, sentí que se me escapaba la vida, hice como que leía, me senté en
mi sillón esperé su venida, han pasado ocho horas ¿se habrá dado por vencida?
-Te
espere la vida entera, te diré cuando por mi vengas-, sé que más allá de la
muerte, vida después de vida la vida me espera, que la mala hora, nada la
detenga, estoy contento con mi familia, con mis amigos, con mi acreedores
y porque no hasta con mi recaudador de impuestos, la hoja roja de mi vida aún
no he arrancado todavía, aunque por los años que ya voy contando sé que poco va
quedando. No creas lector que esto un monólogo resignado, es un arenga a lo que
estoy pasando. Trágame tierra cuando el féretro estén bajando, despedirme de
familiares y allegados, que con premeditación y alevosía habré dejado.
He
envejecido
He
envejecido, tanto que no me reconozco, he sufrido los cambios físicos así
como psicológicos y sociales de una manera brutal. No me importa que mi barba
ni el poco pelo de mi cabeza sea un color más blanco. No creo que los cambios
psicológicos puedan afectarme más de lo que ya me afectaba mi propio, yo, el
cual siempre ha estado en conflicto con mi ello. Pero lo que sí me ha herido de
muerte son los cambios sociales. Estos ocurren por la evolución de la sociedad
y de la personas, pero una vez más somos las personas las que acabamos echando
a todo a perder. ¿Acaso no vamos a peor? ¿Qué fueron de nuestros valores? ¿Por
qué una mal entendida libertad, ha dado paso al libertinaje?
He
envejecido, quizás no he madurado, solo me siento un corazón solitario, con una
carga de penas, que se pregunta a dónde va.
¿Información veraz o falaz?
He retrasado el reloj de mis entendederas, no, no es que sea memo, solo que procuro llegar a las cosas un cuarto de hora tarde. Por madurez lo que me hace ser prudente, por desconfianza, lo que me genera miedo y por cobardía para evitar mis temores.
Se podría decir un cretino de un cuarto de hora. ¿Pero por qué he retrasado el reloj de mi talento? Bueno, eso suponiendo que tenga esa lucidez que se me supone.
La respuesta está en la llamada sociedad de la información en la que actualmente nos desenvolvemos. La Sociedad de la información es un concepto que hace referencia al papel destacado de la información que tenemos al alcance y que continuamente nos bombardea. Una noticia recibida en este momento es eclipsada por otra recibida a continuación, incluso ésta última puede dar el mensaje contrario al de la anterior.
Podemos decir que si la sociedad actual crece y se desarrolla alrededor de la información, sabiendo que la comunicación es inmediata e incluso simultánea, nos plantea la duda de si realmente todos estamos preparados o tenemos la suficiente habilidad para distinguir lo verídico de lo falaz, a partir de aquellos datos que nos están reportando las radios, las televisiones, las redes sociales, internet, etc.
Así pues en mis razonamientos procuro retrasar el reloj de mis entendederas ese cuarto de hora que les decía. Habrá quien piense que esta actitud es una necia pretensión de un perezoso. Ese razonamiento lo dejo a criterio de ustedes. Lo que si les digo que lo garantiza es mi principio de identidad. Es decir tomada una decisión es evidente que ésta ha sido concebida con premeditación y tiempo de análisis para contrarrestarla con la información que pudiera haberla deslucido. Lo que igualmente no certifica que pueda ser manipulado por los medios.
La
chica de mis sueños
La
chica de mis sueños es aquella que
me despierta de madrugada oyéndome gritarle "te
quiero guapa".
La
chica de mis sueños abrazada a su
almohada vela mis sueños comparte mi cama y se despierta oyéndome
gritarle “te quiero guapa”.
La
felicidad según mi abuela.
Me he levando yo diría, feliz, o no. He revisado el concepto de felicidad según Aristóteles, Sócrates, Platón, Buda Gautama, Immanuel Kant, Friedrich Nietzsche, Henry David Thoreau y José Ortega y Gasset, entre otros. Pero creo que me quedo con el de mi abuela.
Mi
abuela, cuando era un niño un día me encontró llorando en el patio de mi casa
mientras contemplaba absorto los dos cerdos solíamos criar en una pequeña
lagareta y que servían de sustento a la maltrecha economía de mi hogar aunque
mis padres se esforzaban en que no nos faltara alimento y educación, para ello
trabajaron duramente toda su vida, mi madre en las aceitunas y sirviendo, mi
padre en el campo aquí en España y lo peor durante largas temporadas
veintisiete años yéndose a Francia.
-¿Por
qué lloras Antonio?
-¡No
soy feliz abuela! Todos los niños de la calle son más felices que yo, están
siempre jugando, no tienen que ir a clases particulares, no tienen que ir
después de que coman a por despojo para alimentar a estos bichos asquerosos ni
tienen que ayudar a limpiar este infecto lugar, no tienen que echar una mano en
casa, ni sus mamás le ponen a barrer la puerta. Se han reído de mí los hijos de
la “tomata” esta mañana cuando me han visto.
-¿Y eso
es todo?
-¿Te
parece poco abuela?
-No me
parece ni mucho ni poco.
-¿Por
qué crees que ellos son más felices que tú?
-Porque
no tienen que hacer tantas cosas como yo ni ayudar tanto en sus casas.
-Entonces
tienes razón, son más felices porque no se esfuerzan como tú.
La
muerte
No morimos el día que ponga en nuestra esquela mortuoria. Morimos cada día que vivimos, cada hora, cada minuto que vivimos. Es una muerta lenta y cierta. A veces quisiéramos acabar y hasta la pedimos a gritos según nuestro estado ánimo.
La presentación de un libro
La
presentación de un libro es un acto cultural y literario, independientemente de
la calidad con la pueda escribir el autor de una obra. Por ello cuando un autor
convoca a sus amigos, a sus familiares o los miembros de la sociedad donde
reside o trabaja a ese evento, solo está pidiendo recibir la enorme inyección
de moral que encuentra cuando descubre que no está solo, porque ya de por sí el
acto de escribir, de crear algo es, necesariamente, introspectivo y solitario.
La
vida
La vida
es una espiral de sueños que día a día nos aleja de nuestras ilusiones para
enfrentarnos a nuestra realidad.
Los
amigos
Los
verdaderos amigos son aquellos que te defienden a tus espaldas. Quien lo hace
de frente solo busca tu reconocimiento. Siendo así solo les mueve el interés.
Los
libros
Los
libros nos convierten en, filósofos, poetas, escritores, piratas, amantes,
guerreros, constructores, políticos, policías, detectives, y muchos personajes
más, tantos como libros hallamos leído. Vivimos intensamente junto a los
protagonistas sus hazañas. Paseamos con Hipatia por Alejandría, cantamos el
romancero gitano con Lorca, luchamos en las trincheras a golpes de versos con
Miguel Hernández, analizamos el drama de la Guerra Civil Española con Juan
Eslava Galán, recorremos la historia de España desde las guerras en Italia con
el Gran Capitán, las luchas por el trono con Juana la Beltraneja y Juana la
Loca, la suntuosidad de los reyes de la casa de Austria y de la casa de Borbón.
Y así un sinfín de vivencia. Leer es vivir dos veces. Feliz día del libro.
Me he
puesto las gafas de mirar de lejos
Me he puesto las gafas de mirar de lejos, he echado la vista atrás y no me reconozco, miro hacia delante y me da vértigo el futuro. Las he destrozado y las he arrojado al cubo de la basura. Me he colocado las de mirar de cerca, me da miedo, pero he decidido solo vivir el presente. El pasado ya fue, el futuro ya vendrá y el presente es ahora. Y ahora solo tengo que vivir sin que mi pasado sea un lastre y mi futuro una carga que me amargue mi existencia.
Mi
enemigo, yo mismo
Hoy me
encuentro entre la contradicción de escribir creyéndome que lo hago bien y el
enfrentamiento a mi realidad que me revela que detrás de mis mentiras están las
más absolutas de mis verdades.
En mi
inquietud vuelven a mí fantasmas que creía haber superado, pero que claramente
no he vencido, solo había aparcado creyéndome que tenía cosas más importantes
en que pensar, ahora me aterra reconocer que he despertado de alguna manera
desconocida a temores que quizás solo confirman que la magia solo dura mientras
persiste el deseo.
Hoy me
doy cuenta, estoy condenado a ver lo peor de mí mismo, mi tristeza y mi furia.
Sé que es difícil crear un infierno más dramático que el que me empeño vivir
cada día pero de alguna manera no he tenido más remedio que aprender a vivir
conmigo siendo como soy. Sé que todo está dentro de mí, quizás es mi forma de
ser feliz. Dudando hasta de mí.
Reflexiones
en mi sexagésimo segundo cumpleaños
Tiempo,
ya no me queda tiempo. Casi nada fue como planeé, más me entristece mirar atrás
y ver donde erré. Ya es tarde para empezar de nuevo, ya es tarde para
construir un futuro mejor, ya no me queda tiempo.
Con
veintinueve años me uní a ti, y hoy cumplo, sesenta y dos. Voy cayendo en la
cuenta de que ya no me queda tiempo. No sé si soy quien crees que soy, pero sé
que he llegado hasta aquí por ti, por eso antes de que se me acabe el tiempo y
quizás arrepentido de no habértelo dicho todo el tiempo. Como dice la canción,
¡sin ti no soy nada!
Dime,
dime tú que me has visto envejecer a tu lado, si cambié, si te
desilusioné, si fui para ti aquel que esperabas que fuese. Porque hoy ya es
tarde. Quizá dejé pasar el tiempo, sin caer en la cuenta que el tiempo
inexorablemente transita cumpliendo días, meses, años, siglos, milenios.
Nosotros solo vivimos una ínfima parte de un tiempo. Podrán contar mi tiempo
diciendo: “nació el dos de diciembre de 1959”. Eso parece mucho, fue el siglo
pasado cuando nací, sin duda, un siglo cien años son y aunque todo es posible
se me antoja un reto que no está en mi mano poder llegar a cumplir.
Sesenta
y dos años, hoy como ayer, yo me veo igual, cierto es que quizás todo cuesta un
poco más realizarlo, solo mi mala salud, y a medida que el deterioro físico me
vaya mermando, me daré cuenta de que este cuerpo que ahora habito, no soy yo,
ni sombra de lo fui.
Solo a
mis pensamientos no parece afectarle la edad, esos años que cuento cada dos de
diciembre que pasa y que cada vez que arranco una hoja del libro de mi
vida se ve más próxima la hoja roja, que advierte su final. Sin embargo mis
pensamientos aunque creo haber madurado, le diría a mi abuela, allá donde esté,
que no sé si he echado mesura, ella siempre me reclamaba que cuando iba a tener
compostura. Paso inocente por la vida no tomándomela en serio y aquí tú esposa
mía, quizás tengas razón cuando me dices que así nos va, por mi mala cabeza.
Por
donde iba, ah mis pensamientos, estos que me llevan a escribir esta nimiedad,
pero que me han hecho evocar todo el tiempo que he vivido, que podría haberlo
aprovechado mejor, ¡quizás! Esto es algo que ya no puedo cambiar, pero sin duda
si he llegado hasta aquí quiero creer y creo que el destino ha querido que
fuese así.
Ya no
me queda tiempo y el tiempo que me queda deseo malgastarlo en mis sueños,
aquellos que cuando era joven por cobardía y miedo al fracaso, no quise
perseguir. Ahora ya es tarde, ya es tarde para escribir. Recorro
inexorablemente ya los capítulos finales de mi historia, sin miedo, con
valentía y la certeza de haber vivido mis “Relatos desde el corazón”. “Déjame
soñar”. “Inquietudes” y “Mentiras”, ya no me queda tiempo pero satisfecho
porque estos títulos son los de los libros ponen nombre a mí sueño en parte
hecho realidad.
Ahora
mismo lejanas campanas de un reloj en una vieja torre dan las doce de la noche
del día 2 de diciembre del 2021. Sesenta y dos años voy a cumplir. Tiempo, ya
no me queda tiempo.
Ruptura
La
ruptura de una pareja es el fracaso a la convivencia a partes iguales.
Si la
persona con la que mantienes una relación no es capaz de evitarte una porción
de sufrimiento es porque todo se ha acabado.
Sentí
un pequeño espasmo
Sentí
un pequeño espasmo y perdí el control de mis piernas. El pánico comenzó a
invadir mi cuerpo. Tomé la pastilla de cafiritrina y la puse bajo mi lengua,
pasado un rato, miré al cielo y sonreí. El cielo o el infierno aún tendrán que
esperarme, solo fue un susto pasajero.
Treinta
años
En
estos tiempos donde el compromiso es efímero. Tú y yo contamos ya treinta años
de vida marital. Decir que el tiempo se ha pasado volando es una utopía,
el tiempo ha pasado con sus 360 meses, sus 10.800 días, sus 259.200 horas,
15.552.000 minutos. No puedo hacer la cuenta en segundos porque mi calculadora
no tiene más dígitos, y me apena no saber cuántos son, porque cada segundo
junto a ti es un momento de felicidad vivida. Porque te debo tanto. Te debo
cada segundo que hemos vivido juntos, cada minuto, cada día, cada hora, cada mes,
cada año.
He
aprendido a vivir y respirar a tu lado. Sin ti me falta el aire, la vida, los
sueños, sin ti no soy nada. Dirías que estoy dando un rodeo, que estoy buscando
como decir te quiero. No, no, solo busco ver la luz radiante de tus hermosos
ojos y el rubor de tu cara cuando grite a voz pelada lo que siento en lo más
profundo de mi alma: TE QUIERO, MARISIERRI.
Triste
realidad
He
cerrado los ojos de ver, lo que veía no me gustaba y nada podía cambiar, veo
con los ojos mirar y aunque de soslayo paso la mirada no puedo por menos que
reprobar lo que miro: (injusticias, egoísmos, maldades, falsedades) todo es
igual, mire o vea daño me hará. Quiero cerrar mis ojos para no abrirlos más. He
replegado mis brazos sobre mi abatido cuerpo derrumbado hundido. No puedo volar
mi pesadumbre es tal que, aunque alas tuviera el vuelo no podría remontar.
Trocitos
de mi
"Trocitos
de mi". Hoy sé que soy la suma de todo aquello que en el pasado fui. He
borrado tantos recuerdos que me hicieron daño, he recordado tantos otros que
había olvidado por mi inconciencia, he rebuscado en mi interior, y no he
logrado encontrarme. Pienso que no soy quien dicen que soy, estoy seguro que no
soy el que debería ser y lo peor de todo es que ni yo mismo me reconozco.
¿Por
qué me convertido en lo que soy? Me absorbo en mis pensamientos, me escucho, me
hablo, camino por mi camino. Con mis tristezas y mis alegrías, según la
realidad de cada día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario